martes, 13 de abril de 2010

6.10. El paquete

A Zoe, geofísica de profesión, le había encargado su jefe que se hiciera con Jin Kwon para traerlo a la isla Hydra, pero como el equipo de esta chica, con sus gafas de visión nocturna, captó que el herido coreano planeaba dejar el campamento que estaban vigilando, adelantaron la jugada y dispararon dardos de adormecimiento a todo bicho viviente en el bando de Smocke (cuando éste había salido, claro, a ver quién se mete con semejante monstruo), para secuestrar así al hombre que andaban buscando.
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Jin, al tanto de la jugada doble de Sawyer con Widmore y Smocke, había decidido que de todas formas prefería irse a buscar a Sun por su cuenta (aunque su tenebroso líder ya había ido a buscarla por él), sin saber que Zoe le tenía especialmente en su punto de mira como pieza necesaria en la estrategia widmoriana. Al parecer, en sus tiempos de explorador Dharma de la isla por cuadrantes, había firmado un plano en el que se muestra la existencia de diversas bolsas de energía electromagnética (suponemos que entre ellas estarían el Cisne y la Orquídea, y probablemente alguna otra que aún desconocemos). Tras ser encerrado en la habitación 23 (donde nos cuentan que el famoso vídeo ese lavacerebros que veía Karl proviene de antiguos experimentos Dharma –para que no nos quejemos tanto de que no nos dan respuestas– aunque entonces no se entiende la mención que hace el vídeo de Jacob), el coreano pasa de contarle nada del electromagnetismo isleño a la geofísica y, al igual que hizo Sawyer, pide hablar directamente con su jefe. Éste probablemente espera de él una colaboración importante, por lo que, para empezar con buen rollito le muestra las fotos de la pequeña Ji Yeon (de una cámara fotográfica sacada del equipaje de Sun en el avión de Ajira), a la que el pobre padre aún no había visto nunca. Jin, que lleva tres años separado de su mujer y varios días (entre 1977 y 2007) preocupado porque sabe que ella ha vuelto a la isla, observa emocionado a su chiquitina, creciendo así en varios puntos el síndrome de abstinencia (vulgarmente llamado ‘mono’) familiar que ya tan gravemente le aquejaba. Para colmo, el intrigante Widmore le comenta que él también tiene una hija a la que no ve desde hace varios años, y que deben impedir que Smocke salga de la isla, por que si no, ‘ellas dejarán de existir’.
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Y de momento decide enseñarle ‘el paquete’ o carga secreta que ha traído en el submarino. La verdad es que no me acaba de gustar que llamen ‘paquete’ a Desmond, debe ser que Widmore y Zoe tenían esa palabra clave, pero, en fin, ya está nuestro Des de vuelta en la serie y eso siempre es bueno, aunque él probablemente no opina lo mismo...
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Al salir medio drogado del submarino, el buen escocés tropieza y cae sobre la cubierta, encontrándose casi de cara con un sibilino Sayid que espía las acciones del equipo de Widmore desde el agua. Y es que a Smocke no le gustan las sorpresas, por lo que ha enviado a su zombie preferido a investigar (y digo zombie porque lo que queda de Sayid en la isla ya ni siente ni padece...) Aunque Claire (que debe sufrir la infección de manera diferente) bien que siente y padece, entre otras cosas unos jugosos celos de los ‘candidatos’ cuyos nombres aún no están tachados en las paredes de la cueva, y más que verde envidia de que su Aaron ahora pueda querer más a Kate que a ella. Smocke, que según nos confiesa en este episodio sólo puede salir de la isla acompañado de todos los candidatos (¿o no será más bien después de haberlos matado a todos?), no tiene inconveniente en que a Kate le pase alguna cosa después de que le ayude a reclutar a las personas que le faltan: Hurley, Jack y Sun.
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De momento creía que podría fácilmente conseguir a Sun, con la baza de reunirla finalmente con Jin, pero le sale el tiro por la culata (ya que en su intento de salir a buscarla va a perder a ambos coreanos). Por su parte, Sun está más que harta de oír hablar a Ilana, Hurley y Jack de candidatos, destinos y lindezas similares, y de que nadie la apoye en la búsqueda de su marido, pero es lo bastante lista para no fiarse de Smocke (bueno, por algo fue testigo de la masacre en el Templo) cuando éste le ofrece su mano mientras le promete, todo persuasivo, aquello que ella más está deseando. Ya hemos visto a Kate rechazar la mano de Smocke (cuando éste se disculpaba por el ataque de Claire) y ahora a Sun, quien después aceptará confiada la mano que le tiende Jack (entre esto y los toques mágicos de la mano de Jacob creo que en este ofrecimiento de manos hay gato encerrado, al menos un cierto simbolismo). También queda comprobado que la promesa preferida de Anti-Jacob a sus ‘reclutas’ es conseguir reunirles con las personas a las que quieren y de las que están separados (promete Isabel a Richard, Nadia a Sayid –ambas muertas–, Aaron a Claire, Jin a Sun y viceversa). Sun escapa corriendo y (paralelamente a lo ocurrido durante su fingido secuestro en “The Long Con”, planeado por Sawyer y Charlie) se da un golpe en la cabeza que le hace perder el conocimiento... y algo más... su capacidad de hablar inglés, aunque lo entiende perfectamente y después descubrimos que también puede escribirlo. De este modo nuestra frustrada coreana vuelve a encontrarse con problemas de comunicación en su campamento (recordemos que al principio también entendía el inglés aunque entonces no quería hablarlo), lo que, aparte de las sospechas que hace despertar sobre Ben (por si él la hubiese golpeado), produce un duro enfrentamiento cuando Richard finalmente vuelve con Hurley diciendo que deben ir a la Hydra para evitar que Smocke se vaya en el avión de Ajira que Lapidus dejó allí aparcado.
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Sun no se entiende para nada con esta gente, no es únicamente la afasia sobrevenida por el golpe la que le impide darse a entender, es que todos ellos parecen estar completamente en otra onda... Ella ha venido a buscar a Jin, para llevárselo a su casa con su hijita, y no quiere que nadie destruya el avión. Ella no sabe que también tienen posibilidad de salir de la isla en un submarino, y que su marido está también en la isla Hydra, acordándose de ellas dos, y haciendo planes con Widmore precisamente con el mismo objetivo (por una vez tenemos dos bandos en la isla que están de acuerdo). Por el bien de su hija y de todo el resto del mundo, Sun tiene que colaborar en impedir la fuga de Smocke, imposibilitar que el famoso vino maligno consiga desbordarse de la botella. Y es Jack el que se acerca a ella para intentar un nuevo modo de comunicación, y en recuerdo de los viejos tiempos (antes del horrible percance en el carguero que tanto les separó), pedirle su confianza y su colaboración. Para ello se ha traído un tomatillo de la pequeña huerta que ella plantó en la selva, un tomate obstinado que, tras tres años sin riegos ni cuidados de ningún tipo, se ha empeñado en sobrevivir. Es sólo una muestra de la enorme capacidad de vida y de resistencia de la que ella misma ha sido origen y fuente durante tanto tiempo, y que ahora aparece como fruto maduro para ayudarla de nuevo a resurgir y a luchar por lo que merece la pena luchar... por su hijita, por su matrimonio, y, también por la salvación del mundo... porque si este mundo se va a pique no tendríamos nada ¿verdad?...
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...Pues precisamente eso es algo que no está nada claro... Tenemos una cierta realidad alternativa que no sabemos muy bien cómo puede llegar a relacionarse con la realidad que conocemos de siempre... En ella x-Sun y x-Jin acaban de llegar a Los Angeles y no entienden ni patato de inglés, por lo que acaban dejando en la aduana los 25.000 dólares que traían en la maleta por orden de Paik. Resulta que no están casados, pero sí enamorados, algo que no le parece bien al mafioso empresario coreano, por lo que manda a su trasgresor empleado a Los Angeles para que el matón de Keamy se lo despache y el vulgar hijo de un pescador deje de mancillar el honor de su hijita. Para ello se agencia los dineros que ella había ahorrado aparte y se los entrega al pobre muchacho (no creo que en esta realidad Jin hubiera llegado a ser muy mafioso) para que lleve en mano a su verdugo el precio por su cabeza. Lo del reloj es un asunto diferente, parece que Jin llevaba cosas de esas para los asociados de su jefe en Sidney y en otras ciudades de su largo viaje de negocios. Pero x-Sun, que está embarazada (suponemos que de x-Jin, quien con menos estrés tendría menos problemas de fertilidad), había fingido acompañarle para hacer algunas compras, pero lo que verdaderamente pretendía era fugarse con él para poder vivir juntos en paz. Este plan se ve frustrado cuando, tras la irrupción de x-Keamy y x-Omar, con la inestimable colaboración de x-Mikhail (dicen que era amigo de Danny, ¿sería x-Danny Pickett?) y la providencial ayuda de x-Sayid, la pareja se ve envuelta en un tiroteo, quedando todos los malos muertos (el pobre Mikhail muere con su ojo ensangrentado, con lo guapo que estaba con los dos ojos sanos) y resultando Sun al parecer gravemente herida, al menos parecería que el disparo puede ser bastante grave para el embrión (suponemos que se trata de la mismísima Ji Yeon).
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Y como Widmore acaba de advertir a Jin de que ellas podrían cesar de existir, no sabemos si en realidad se refiere a la realidad en la que están o a la realidad ‘x’ (es posible que la fuga de Smocke de la isla resulte en la realidad alternativa de los ‘flash-sideways’...) En este episodio ocurren además tres sucesos especiales dignos de mención en cuanto a la posible relación entre las dos realidades. Primero: como ocurrió en otros episodios con otros protagonistas, cuando Sun se mira en el espejo parece quedarse ensimismada (olvidándose incluso momentáneamente de que alguien llama insistentemente a la puerta), ya que su reflejo le resulta algo inusual o chocante, como denotando una discrepancia que no es del todo capaz de aprehender. Segundo: ciertamente hay una especial intención en el guión (y en el montaje del episodio) de que x-Sun despierte en la cama justo tras haber mostrado cómo Sun se queda traspuesta en la isla tras darse un buen trompazo con la rama de un árbol, queriendo quizás también indicar una posible interconexión entre las conciencias de ambas versiones de nuestra coreana. Tercero: la afasia sufrida por Sun (que no pueda hablar inglés, aunque sí escribirlo) ha sido interpretada por muchos fans como una prueba de que la Sun que ha sido herida en la isla y la x-Sun que ha sido herida en x-California están sufriendo un especial proceso de interconexión mental. El caso es que la vida de nuestra protagonista asiática está en grave peligro en Los Angeles (y la de su hijita también), lo cual, aparte de que posiblemente la lleve al hospital de x-Jack, puede significar el principio de un precipitarse de las cosas hacia el gran final, proceso en el que sabemos que es muy posible que mueran varios de los losties principales o que más de uno tenga que sacrificarse por salvar a sus seres queridos y a sus amigos en una de las dos (o en ambas) realidades.

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